sábado, 13 de febrero de 2016

Laberinto de cartón o cruce de caminos

Un laberinto de cartón es como un cruce de caminos. Un cruce de caminos en el que has de elegir qué dirección tomar, a sabiendas de que puede no ser la elección más correcta.
A veces tomamos una u otra dirección por miedo, otras veces porque nos lo dicta el corazón y otras muchas porque es la dirección correcta, o al menos así nos lo han hecho entender.
Pero, ¿qué pasa si al tomar uno de esos caminos somos capaces de desviarnos un poco?, ¿qué pasa si, al torcer a la izquierda en el laberinto, logramos desestabilizarlo hasta que cae? ¿qué ocurre cuando no estamos seguros de haber tomado el camino correcto? ¿por qué no podemos dar marcha atrás? o, mucho mejor, ¿empapar las paredes del laberinto para poder ver el horizonte con más claridad?
Un gran amigo me dijo que la vida son decisiones. Decisiones que tomamos en instantes concretos; pequeños momentos que marcarán el rumbo de lo que somos y seremos. También me dijo que a veces esas decisiones no son las mejores, pero que tenemos que arriesgarnos a tomarlas para saber que a menudo se pierde, pero que también a veces se gana. Él lo llamaba "la salsa de la vida".
Este blog nace de la incapacidad de tomar decisiones en un momento de la vida, del dolor, del miedo a perder pero también del miedo a ganar. Nace como respuesta a las ansias de compartir pensamientos y emociones; como medio terapéutico para dejar plasmado lo que el corazón siente y no es capaz de decir con los labios.

Siempre...

LdC*

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