Gracias por ser como eres. Por despertarme cada mañana con una sonrisa y saber, aún en la distancia, como alegrarme los días.
Gracias por confiar y creer en mi, por escucharme cuando lo necesito y ayudarme incondicionalmente; porque siempre estás ahí pase lo que pase.
Gracias por no juzgarme, por ser empático conmigo y tratar de entender cada decisión que tomo, por difícil que sea para ti. Y sí, lo sé, las decisiones que tomo no son las que más te gustan. Gracias.
Gracias por hacer que mi verano haya sido mucho mejor de lo que imaginaba, por volver a mirarme a los ojos y no haber cambiado la forma en que lo haces. Porque, después de un año, todo sigue siendo igual cuando te miro.
Gracias por haberte cruzado conmigo y hacer que este año haya sido diferente a todos los demás. Porque tengo la necesidad de saber que estás ahí aunque estemos a kilómetros de distancia.
Gracias por hacer de mi una persona mejor.
Siempre...
LdC*
No hay comentarios:
Publicar un comentario