Vestía un tatuaje que rezaba: permítete.

Lo hizo.




LdC*

Cuerpo y alma

Sabes? Nunca sé si me elegiste a mi o yo a ti pero lo cierto es que la vida nos puso en el mismo sitio aunque en momentos diferentes.
Conseguiste tirar de mi hasta ponerme en el lugar donde tú estabas y vivir experiencias maravillosas sin miedo a desnudarnos de cuerpo y alma.

Y ahora volvemos a estar allí. Como al principio. En diferentes lugares.

Y quién sabe si en el mismo camino.





LdC*

Fin

Fue muy bonito.

Pudo ser mucho mejor.

LdC*

Dicen

Dicen las lenguas (no sé si malas o buenas) 

que las personas,

de tanto esperar

se cansan de querer.

Siempre...








LdC*

La espera

Estás en cada rincón. 

Te veo en las miradas ajenas, en los gestos de los demás. Te busco en cada detalle de mis días. Y te encuentro.

Se me acelera el corazón cada vez que coincidimos mirando la pantalla. Ojalá pudiera mirarte a los ojos y sonreír mientras lo hago. 

No hay un sólo segundo en el que no pases por mi cabeza.

La espera me está volviendo loca y no hago nada para evitarlo.

Tú tampoco.

Siempre...

LdC*

Cada persona pierde lo que quiere perder.






Siempre...




LdC*

Armaduras

Las armaduras sirven para protegerte, para que las personas contra las que luchas no puedan dañarte ni darte un golpe tan fuerte que nunca llegues a recuperarte de él.

Protegen, aunque no permitan que muestres tus cualidades: tu figura, tu rostro, tu forma de vestir, las reacciones de tu mirada...

Sin embargo, algunas veces uno de esos adversarios llega tan de repente que hace que, poco a poco, creas que ya no necesitas la armadura. 

Que bajo ningún concepto podría hacer sangrar alguna de tus heridas, no sería capaz de arrebatarte ninguno de tus órganos.

Y te la quitas. Poco a poco. 

Esa aspereza que mantenías cuando estabas protegida, desaparece. La frialdad que el hierro transmitía, se ha ido. Las caricias han hecho que la coraza sea invisible, que creas que no la necesitas más.

Te muestras tal y como eres. Sin filtros. Sin máscaras.

Sólo tu.

A cambio llegan las sonrisas, los abrazos, la amistad, los "tequieros". 

La vulnerabilidad.

Pero cuando más vulnerable eres, más fácil es que los demás guarden un cuchillo bajo el brazo. 

Y te repites que nunca debiste quitarte la armadura, que se está mejor con ella. 

A salvo.

Protegida.

Siempre...

LdC*

Vuelvo

Cada día vuelvo.

Vuelvo a esos momentos en los que comprendí que eras tú a quien quería a mi lado para siempre.  

Vuelvo a enamorarme de cada palabra que pronunciaban nuestros labios. Esas que no daba miedo decir porque estábamos totalmen(g)e seguros de lo que hacíamos.

Mi mente hace que vuelva a revivir cada uno de aquellos instantes, cada una de tus caricias, tus susurros al oído. Todo es tan sumamente real que me hace estremecer.

Al instante abro los ojos y entiendo que aquello pasó; que todo por lo que luchamos fue una estrella fugaz; que las bengalas que encendimos cada día se apagaron. Quién sabe si para siempre.

Sin embargo vuelvo.

Cada día vuelvo a revivirlo.

Siempre vuelvo.

Siempre...







LdC*

Nunca he encontrado una mano que encaje con la mía tanto como la tuya





Siempre...




LdC*

I miss...

Momentos...


Recuerdos...


Personas...

Siempre...







LdC*

Túnel

Atrapada en un túnel, aparentemente sin salida.

Gira. Derecha. Ahora izquierda. Sigue recto. Vuelve a girar a la derecha... 

Parece no tener principio ni fin. 

Los pensamientos van y vienen, no tenemos hambre, no dormimos. Es como si nuestra vida dependiera únicamente de salir de ahí.

Dar vueltas en el túnel no significa estar perdida sino tratar de encontrar la salida. Cuando nos sumergimos en lo más profundo y misterioso del mismo es cuando podemos poneros a prueba.

¿Duele?

Sí.

¿Sentimos agonía?

Sí.

¿Lloramos?

Por supuesto.

Pero a veces, y solamente a veces, es la manera de conocer lo que realmente tenemos dentro de nosotras mismas. 

Las personas somos así. Muchas veces sentimos la necesidad de permanecer en el borde del abismo para saber si queremos saltar o no.

Y, tarde o temprano encontramos la salida. Ese soplo de aire. La luz que se intuye a lo lejos. Y es entonces, es cuando volvemos a ser felices.

Siempre?

LdC*

- ¿Crees que saldrá bien?

- Si no lo intentas, jamás lo sabrás.

- ¿Y si no?

- Recogerás tus pedazos, siempre lo has hecho.

- ¿Y si esos pedazos pesan demasiado? ¿y si son tan pequeños que no puedo recoger todos?

- Será más difícil, te costará mucho más pero habrá merecido la pena arriesgar. El corazón se repara, incluso habiendo un vacío en él tan grande que no se llene jamás. Aprende a rellenarse aunque queden huecos vacíos. Es lo bonito que tiene esto, arriesgar sin saber si en el camino te caerás al precipicio.

Inténtalo. Hasta que no puedas más, hasta que que toda tu piel se haya desquebrajado y cuando sientas que estás a punto de hundirte, inténtalo una vez más.

Lucha por lo que quieres.

Siempre...





LdC*