viernes, 1 de abril de 2016

Destino


He decidido caminar. 

Hace tiempo decidí caminar, caminar por el sendero que elegí e intentar no mirar atrás. No machacarme por lo hecho y por lo no hecho porque eso sólo sería tener la cabeza en el pasado mientras el presente discurre a mi alrededor sin yo apenas apreciarlo.

He decido no presionar al tiempo porque, dicen, que es muy sabio y acaba poniendo cada cosa en su lugar. Que al final "todo se resolverá".

No creo en el destino, pero estoy muy segura de que hay cosas que han de ocurrir y, si es así (estoy segura de que así será), llegarán. Por lo que no voy a preocuparme más de la cuenta y trataré de mantenerlo (-te) en mente en cada paso que doy, sin dejar nunca de disfrutar de las vistas que me regala el recorrido.

Quizás cuando decida que ya es hora de torcer, que mi sendero se ha acabado y tengo que comenzar a recorrer otro; el camino de aquellos con los que me quiera encontrar haya tomado otro rumbo o que, simplemente, ese no sea el momento para ellos. Es un riesgo que debo asumir y lo asumiré con todas las consecuencias. Porque quizás sea demasiado tarde. Pero lucharé, y lo haré con todas mis fuerzas.

Pero es que para cerrar una puerta uno debe estar totalmente decidido a hacerlo, tiene que estar completamente seguro de que eso debe ser así, ha de buscar la llave adecuada para poder meterla en la cerradura y no tener la necesidad de volver a abrirla.

Y después, sólo después, ser capaz de buscar una nueva llave, una que en realidad no es nueva, que ya tiene en su llavero, que la ha tenido durante todo este tiempo pero que ha esperado a que llegase el momento oportuno para poder utilizarla. 

Esa "nueva" cerradura puede estar oxidada, que la llave ya no valga. 

Pero no importa porque "hasta que no pone fin no acaba la película".



Siempre...



LdC*




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