domingo, 27 de marzo de 2016

Siempre...

Me considero una persona empática. Simplemente creo que soy capaz de ponerme en el lugar del otro, empaparme de su mundo para tratar de comprenderlo y entender cada uno de sus actos.

Caminar con los zapatos del otro es mirar el mundo a través de sus ojos, a través de la mirilla de su puerta y visualizar cada detalle desde un agujero más o menos estrecho.

Hoy lo hago. Y hoy, hacerlo, me causa mucho dolor. Que sienta todo lo que hice como si hubiera sido yo la que se sintió defraudada. Y no lo neguemos, defraudar a alguien es una de cosas más difíciles de solucionar. "Con lo fácil que hubiera sido hacerlo bien esta vez".

Hoy me pongo, más que nunca, los zapatos de otra persona. Para compartir su dolor. Para que sepa que lo hice mal. Para que comprenda que, de verdad, sé lo que siente. Porque, como ya he dicho otras veces, mis decisiones no son siempre las correctas...



"¿Por qué haces esto?, ¿por qué coges esos caminos?, ¿por qué tomas decisiones sin apenas pensar?, ¿crees que esto es un juego?, ¿piensas que para mi no es doloroso?, ¿que sólo tu sufres?...

Tus actos hacen que piense que todo lo que has dicho, que cada una de tus palabras era falsa; que  todo por lo que tanto he luchado hasta ahora, no valió la pena. Siento que quizás no eres la persona que pensaba que eras...

Creo que no eres capaz de valorar todo lo que hago por ti, que tienes miedo. Deberías ser más valiente. Confiar mucho más en ti. Y, como no, en mí. Pensaba que eras una mujer más arriesgada, que no tomabas las decisiones a la ligera.

Y sin embargo, sigo sin poder olvidarte, sin poder darte una patada para que salgas de mi vida. Sin embargo, sigo intentado que no te machaques, que no sientas más dolor. Porque sé que te machacas. Porque, aunque no lo creas, sé que te sientes mal. Haces lo que haces... ya está. Aunque, sinceramente (sinceramenge), es posible que con el tiempo logre olvidarte. Al menos tras esto. Esto ha sido demasiado para mi.

Con lo fácil que hubiera sido hacerlo bien, era muy fácil. ¡Joder! ¡Me tuviste delante! Solamente te pedí una noche más, ¡una! y no fuiste capaz de concederme más que un rato. Un rato. Yo fui. Me tenías ahí. Delante...

Tienes miedo. Tienes mucho miedo y aún no sé exactamente (exactamenge) de qué.

La vida son decisiones, si, Y tú las tomas sin pensar. Tuviste una oportunidad de oro para demostrarme tanto... y ahora te arrepientes. Ahora es tarde.

Esta vez solamente (solamenge) pensaste en ti. Nada más que en ti. En tu seguridad. En mantenerte a salvo y esconderte.

¿Acaso no confías en mí?, ¿no sabes que no haría nada que pudiera hacerte daño?, ¿no te das cuenta?, ¿crees, de verdad, que te hubiera puesto entre la espada y la pared?, ¿de verdad?.

Con lo fácil que hubiera sido..."




Caminar con los zapatos del otro. A veces muy duro. Pero necesario.




Siempre...




LdC*



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