miércoles, 25 de mayo de 2016

Para toda la vida


Aunque pase el tiempo. Aunque pasen días, semanas e incluso años. Aunque pasen personas por tu vida e incluso aunque dejes de pensar en mí a diario...

Me conformaré con saber que al leerme, sonríes.




Siempre...




LdC*

lunes, 23 de mayo de 2016

Equilibrio


Hace unos días leí que uno de los secretos para ser feliz es encontrar el equilibrio entre lo que deseas y lo que tienes

En realidad, cuando lo lees dices "bah! qué chorrada" pero en verdad si te paras a pensar sobre la frase tiene cierta parte de razón. 

Creo que, en general, nos pasamos la vida soñando con todo lo que podríamos tener, aquello que podríamos haber sido si..., con esa persona con la que deberíamos habernos quedado... en definitiva, soñando.

Y que quede claro que a mi me encanta soñar, me encanta imaginar cosas, pensar en reencuentros, besos, abrazos, viajes inesperados... pienso que es una de las cosas que nos mantiene vivos. A veces también creo que soñar sólo nos hace enfermar, y otras que en realidad no es tan difícil tener muchas de las cosas que se desean. O, mejor dicho, no debería ser tan difícil. Las trabas, las dificultades y los muros inquebrantables nos los ponemos nosotros mismos. Y el miedo a perder o a ganar nos juega malas pasadas.

Pero si podemos encontrar ese equilibrio, ese punto en el que la balanza se mantiene en el medio, justo en el número 0... entonces será cuando podamos alcanzar la felicidad. No sé si será la mayor de las felicidades, pero casi me puedo aventurar a decir que sí, que será la felicidad plena.

Desafortunadamente, existe el miedo...

¿Que cuál es mi miedo? ¿mi mayor miedo? ¿el más grande?

Perder. Perderlo todo.

Y que, como consecuencia, llegue la soledad. 

Pienso que no hay nada peor que la soledad. 

La soledad... ese gran monstruo.




Siempre...






LdC*

miércoles, 11 de mayo de 2016


Es cierto que las palabras, una vez se pronuncian, no vuelven jamás. Sin embargo, tengo la suerte de que todas ellas se guarden en mis recuerdos y que pueda volver a ellas una y otra vez. Todas las veces que sea necesario.

Porque sí, las palabras, las oportunidades y el tiempo no vuelven jamás, se las lleva el viento...

Pero los recuerdos... Los recuerdos permanecen para siempre, para toda la vida.





Siempre...




LdC*

domingo, 8 de mayo de 2016

¿A que no sabes dónde he vuelto hoy?



Me encanta recorrer el pasado, sobre todo cuando trae buenos recuerdos. Aunque, a veces, aquellos también nos dieron momentos de desesperación y ganas de desaparecer. Pero nuestra mente es sabia y, al final, siempre se queda con todo lo bueno vivido. 

Volver a escuchar una voz, un suspiro, un ponerse nervioso... hace, inevitablemente, que se me ponga la piel de gallina, como si fuera la primera vez. Aquella vez en que me levanté y tenía un "buenos días" esperándome para alegrar mi mañana nada más que abriera lo ojos.

Como aquella otra en que, con mucha vergüenza, me cantaron una canción. Y parecía que lo estaban haciendo en mi oído, aunque la realidad es que esa bonita voz salía de una boca a kilómetros de distancia.

El pasado también hace que recuerde miradas. Una primera mirada entre la muchedumbre. Un primer hola y sus las primeras risas nerviosas que vinieron después. Los primeros juegos tontos y pellizcos que procedían de la inquietud del momento. 

Son tantos los bonitos recuerdos con los que nos quedamos que hace que los malos se me olviden y queden en un segundo plano.

Y sí, allí he vuelto hoy.

A recorrer el pasado en forma de audios y recuerdos.

Allí donde solíamos "gritar".







Siempre...




LdC*

sábado, 7 de mayo de 2016

Recordando...


"Hasta el último día de mi vida"


Palabras que vienen a la mente una y otra vez.




Sí, siempre...



LdC*

lunes, 2 de mayo de 2016


¿Qué buscas?






Siempre...?





LdC*

El equilibrio es imposible


Desde hace tiempo mi cabeza da vueltas. Y cuando una cabeza no para de pensar, al final puede enfermar.

Hace días decidí no empujar al tiempo, que éste es sabio y, al final, pondrá cada cosa en su lugar. Sin embargo día a día, mis actos confabulan para tratar de no olvidar ciertas historias que me hicieron feliz aunque también me dieron momentos de intranquilidad. Actos que que realizo de forma incondicional: llueva, truene, e incluso cuando sale el sol. 

Tiempo atrás hablaba de que esto hará que enloquezca, de que no es sano, no es bueno. Pero hace que sienta a las personas más cerca de mi. Que aunque estén lejos (y no sólo en la distancia sino también a nivel emocional) sienta que estamos mirando la misma luna y que el mismo sol, con el mismo cielo se levanta sobre nuestras cabezas cada día.

Pero soy consciente de que el vaso de esas personas rebosa. Que llega un momento en el que no pueden más y desean tirar todo a la papelera. Que, a pesar de sus esfuerzos, la vida toma rumbos que no les gustan pero que, aún así, asumen con la mejor de sus sonrisas.

Y yo mientras he dejado el tren pasar. Ese tren que recorrí cada noche tratando de conocer cada uno de sus rincones. Un tren que sé que perdí para siempre y, si no fue para siempre, perdí una parte muy importante. Perdí al hombre que le echa el carbón. Y todos sabemos que sin combustible un tren no puede caminar.



Siempre...



LdC*