Me encanta recorrer el pasado, sobre todo cuando trae buenos recuerdos. Aunque, a veces, aquellos también nos dieron momentos de desesperación y ganas de desaparecer. Pero nuestra mente es sabia y, al final, siempre se queda con todo lo bueno vivido.
Volver a escuchar una voz, un suspiro, un ponerse nervioso... hace, inevitablemente, que se me ponga la piel de gallina, como si fuera la primera vez. Aquella vez en que me levanté y tenía un "buenos días" esperándome para alegrar mi mañana nada más que abriera lo ojos.
Como aquella otra en que, con mucha vergüenza, me cantaron una canción. Y parecía que lo estaban haciendo en mi oído, aunque la realidad es que esa bonita voz salía de una boca a kilómetros de distancia.
El pasado también hace que recuerde miradas. Una primera mirada entre la muchedumbre. Un primer hola y sus las primeras risas nerviosas que vinieron después. Los primeros juegos tontos y pellizcos que procedían de la inquietud del momento.
Son tantos los bonitos recuerdos con los que nos quedamos que hace que los malos se me olviden y queden en un segundo plano.
Y sí, allí he vuelto hoy.
A recorrer el pasado en forma de audios y recuerdos.
Siempre...
LdC*
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